jueves, 31 de julio de 2014

LA NIÑA QUE PODÍA VOLAR

Había una vez una niña traviesa llamada Cielo, muy pero muy traviesa. Pasaba el día saltando, corriendo, cantando, pintando y en muchas ocasiones jugaba con la hermanita y las primas a que podía volar.
Al llegar de la escuela se colocaba una toalla amarrada al cuello, la cual colgaba como una capa, salía corriendo por toda la casa y decía que volaba.
Este juego era muy común para ella y sus primas. Una noche, se acostó cansada de tanto brincar, se quedó profundamente dormida. Su mamita siempre pasaba de noche a ver a sus niñas, para ver si estaban bien, les daba un besito, les daba la bendición y las cubría del frío.
Esa noche la mamita pasó a ver a sus nenas y se sorprendió al escuchar a Cielo conversando… si señores, conversando dormida. En sus sueños decía:
-¡Gabriela eso es mío, déjalo en su sitio!
La mamita soltó la risa al ver que Cielo repetía lo que hacía de día, en sus sueños profundos. La cubrió con la sábana y se fue a dormir a su habitación.
Cielo comenzó a soñar que estaba en una verde pradera, llena de animales de granja: vacas, caballos, ovejas de colores, gallinas, gallos y hasta pericos multicolores.

Comenzó a perseguir a las ovejas de colores, las atrapaba y sobre ellas se acostaba, olían a flores silvestres y más suaves que el algodón resultaban. Después se fue tras los pericos, pero estos dieron un brinco. Corre, corre la Cielito, los pericos corren más.

miércoles, 30 de julio de 2014

GLOBOS

Un niño negro contemplaba extasiado al vendedor de globos en la feria del pueblo. El pueblo era pequeño y el vendedor había llegado pocos días atrás, por lo tanto no era una persona conocida.
En pocos días la gente se dio cuenta de que era un excelente vendedor ya que usaba una técnica muy singular que lograba captar la atención de niños y grandes. En un momento soltó un globo rojo y toda la gente, especialmente los potenciales, pequeños clientes, miraron como el globo remontaba vuelo hacia el cielo.

Luego soltó un globo azul, después uno verde, después uno amarillo, uno blanco...

Todos ellos remontaron vuelo al igual que el globo rojo...

El niño negro, sin embargo, miraba fijamente sin desviar su atención, un globo negro que aún sostenía el vendedor en su mano.

Finalmente decidió acercarse y le preguntó al vendedor: Señor, si soltara usted el globo negro. ¿Subiría tan alto como los demás?

El vendedor sonrió comprensivamente al niño, soltó el cordel con que tenía sujeto el globo negro y, mientras éste se elevaba hacia lo alto, dijo: No es el color lo que hace subir, hijo. Es lo que hay adentro.

martes, 29 de julio de 2014

ISABEL DE SIENTE GORDA!!!

—Deberías dejar de comer tanto, ¡Gorda!
Isabel se echó a llorar, pero continuó comiendo con voracidad (quizás con más ansiedad que antes) el enorme trozo de tarta que casi ocupaba más espacio que el mismo plato. Sus lágrimas mojaban el chocolate y su sabor dulzón se volvía un tanto ácido; como cuando te mojas los labios después de haberte dado un baño en el mar, pensó la niña.
Su cuerpo no era normal, eso le decía Elvira, su niñera. Y cada vez que Isabel se miraba al espejo no se encontraba más que con una figura extraña que se había apoderado de su piel, de sus huesos, de su sonrisa. Esa sensación se acrecentaba con el tiempo: cuanto más crecía, más se alejaba de su cuerpo.
—¡Gorda enormísima! ¡Gordaaaa! —seguía regañándola su niñera. La acción se detuvo o más bien se repitió de forma cíclica durante un rato: una insultando y la otra comiendo cada vez más deprisa. Y habría seguido así por mucho más tiempo si no hubiera irrumpido en escena el padre de la niña.
—¿Qué pasa, Elvira?
—La niña, señor, que no para de comer y no quiere entrar en razones. Le he dicho que los niños no quieren a las niñas gordas, pero, nada. Lo he intentado TODO. Si yo lo digo para ayudarla; porque alguien se lo tiene que decir.
—¿Y qué tiene de malo que esté gorda?
—Que se pondrá cada día más fea, Octavio.
—¡Usted sí que es fea, Elvira! —respondió él, serena pero directamente. Horas más tarde, Isabel supo que Elvira ya no volvería a cuidarla y que vendría en su lugar otra mujer.
Se llamaba Clarisa y era inmensa: su cuerpo medía cuatro veces más que el de su antigua niñera y parecía que iba a hacer estallar la ropa en cualquier momento; eso pensó Isabel cuando la conoció, y se dijo que ella no quería terminar así. Cuando a la noche Clarisa la ayudó a prepararse para irse a dormir, Isabel le preguntó:
—¿Por qué eres… así?
—¿Así cómo?
—G…gorda… A mí también me dicen gorda —intentó justificarse.
—¿Eres gorda?
—Sí, supongo, pero…
—Entonces ¿qué hay de malo en que te llamen así?
—Que no me gusta, no quiero ser fea.
—Eres gorda, no fea, Isabel. Es como las personas que son altas, bajas, rubias o morenas ¿te parecen feas todas ellas? Mira, pequeña, cuanto antes aceptes tu cuerpo, mejor te sentirás. Si cada vez que te dicen gorda te pones mal, justificas que mal usen esa palabra contigo; en cambio, si te apoderas de ella, si entiendes lo bella que suena y lo hermosa que eres, entonces no podrán hacerte daño.
—¿Lo dices en serio?
—¿Lo has intentado?
—No, la verdad es que no…
—Inténtalo. Y sino, la única solución será ponerte a dieta y dejar de ser gorda. Siempre hay soluciones, Isabel: no somos, nos hacemos.
Al día siguiente Isabel se miró al espejo y se sintió finalmente en su cuerpo: un todo armónico que rompía con los paradigmas de la estética. Y lo mejor de todo fue verse a ella, toda ella le devolvía la mirada desde el espejo.

Cuando esa tarde en el colegio unos niños la llamaron gorda, Isabel les dirigió una mirada sonriente y llena de luz que los obligó a pegar media vuelta con la mirada sonrojada. Ése día la niña se sintió a gusto consigo misma y comprendió que las palabras, como las personas, no son, se hacen.

lunes, 28 de julio de 2014

EL MANUAL DE INSTRUCCIONES

Después de comprar una nueva máquina para descascarillar legumbres, la mujer consulto el manual de instrucciones. No lo entendía y al final se rindió, dejando las piezas desparramadas sobre la mesa.
Fue al mercado, y al regresar vio que su empleada había montado el aparato.
“¿Cómo lo has hecho?”, pregunto sorprendida.
“Bueno, como no sé leer, me vi obligada a usar la cabeza”, fue la respuesta.

domingo, 27 de julio de 2014

TIEMPOS DIFICILES

Un hombre vendía naranjas en mitad de la calle. Era analfabeto, de modo que nunca leía los periódicos. Se limitaba a colocar algunos carteles por el camino, y se pasaba el resto del día pregonando el delicioso sabor de su mercancía.
Todos compraban, y con el tiempo el hombre prospero. Con el dinero que ganaba, colocaba mas carteles y así vendía mas fruta. El negocio prosperaba rápidamente cuando su hijo, que era culto y había estudiado en una gran ciudad, lo buscó para hablas con él:
_Pero papá, ¿no sabes que Argentina está pasando momentos difíciles? ¡La economía del país está fatal!
Preocupado, el hombre redujo el número de carteles, y se puso a vender mercancía de calidad inferior, porque era mas barata. Las ventas cayeron en picada.

“Tenía razón mi hijo”, pensó. “Los tiempos están muy difíciles”.

sábado, 26 de julio de 2014

UNA LEYENDA DEL POLO NORTE

Cuenta una leyenda esquimal que, en los albores del mundo no había diferencia entre hombres y animales: todas las criaturas de la Tierra vivían en armonía, y cada una de ellas podían transformarse en otra, con el fin de llegar a entenderla mejor: Los hombres se convertían en peces, los peces se convertían en hombres, y todos hablaban las mismas lenguas.
“En aquella época”, continua la leyenda, “las palabras eran mágicas, y el mundo espiritual repartía generosamente sus bendiciones. Una frase dicha al tuntún podría tener extrañas consecuencias; bastaba pronunciar un deseo para que éste se cumpliera”.
Fue entonces en donde todas las criaturas comenzaron a abusar de ese poder.
Se instalo la confusión, y la sabiduría se perdió.

“Pero la palabra sigue siendo mágica, y la sabiduría todavía concede  el don de hacer milagros a todos los que la respetan”, concluye la leyenda.

viernes, 25 de julio de 2014

DESTRUIR AL PRÓJIMO

Una mujer insistió tanto en que su vecino era un ladrón, que el muchacho acabo preso. Dias después, descubrieron que era inocente; el muchacho fue puesto en libertad y decidió llevar a juicio a la mujer.
-Los comentarios no eran tan graves- dijo ella al juez.
-De acuerdo-  respondió el magistrado-. Hoy, cuando vuelva a casa, escriba todas las cosas malas que dijo del muchacho; después, rompa el papel, y tire los trozos por el camino. Mañana vuelva para oír la sentencia.
La mujer obedeció, y volvió al día siguiente.
-La acusada será absuelta si me entrega los trozos de papel que ayer esparció por el camino. En caso contrario, será condenada a un año de prisión- declaro el magistrado.
-¡Pero eso es imposible! ¡El viento ya se lo habrá llevado todo!
-De la misma manera, un simple comentario puede ser arrastrado por el viento, destruir el honor de un hombre y luego ya es imposible repara el mal que se ha hecho.

Y envió a la mujer a la cárcel.

EL MATADOR DE DRAGONES

Zhungzi, un célebre autor chino, cuenta la historia de Zhu Pingman, quien salió en busca de un maestro para aprender la mejor manera de matar dragones.

El maestro entrenó a Pingman durante diez años seguidos, hasta que éste consiguió desarrollar -a la perfección-la técnica más sofisticada para matar dragones.

Desde entonces, Pingman pasó el resto de su vida buscando dragones, para poder mostrar a todos sus habilidades: para su desilusión, nunca encontró ninguno.


El autor de la historia comenta: "todos nosotros nos preparamos para matar dragones, y terminamos por ser devorados por las hormigas de los detalles, a las que nunca prestamos atención".

EL PAN QUE CAYÓ DEL LADO EQUIVOCADO

Un hombre tomaba distraídamente su desayuno. De repente, la rebanada de pan que acababa de untar con mantequilla se le cayó al suelo.
Cuál no sería su sorpresa al advertir que ¡el lado de la mantequilla se le cayó al suelo! Aquello era un milagro. Animado, les contó a sus amigos el fenómeno y todos se quedaron asombrados pues, como el mundo sabe,  cuando el pan se cae lo hace siempre con el lado de la mantequilla hacia abajo.
- Tal vez seas un santo - le dijo uno -,y estés recibiendo una señal de Dios.
La historia se extendió enseguida por la pequeña población, y todos se pusieron a discutir animadamente el episodio. Como nadie encontraba una explicación convincente, buscaron a un maestro que vivía en los alrededores, y le contaron el acontecimiento.
El maestro pidió una noche para rezar, reflexionar, y pedir inspiración divina. Al día siguiente, todos acudieron a él, ansiosos por escuchar la respuesta.
-La solución es muy sencilla- dijo el maestro- . En realidad, el pan cayó al suelo exactamente con debía caer.

 La mantequilla es la que estaba en el lado equivocado.

miércoles, 23 de julio de 2014

NUNCA

La piel se arruga.
El pelo se vuelve blanco.
 Los días se convierten en años.
Pero lo importante no cambia.
Tu fuerza, tu comunicación.
Tu espíritu es el plumero de cualquier telaraña.
Detrás de cada línea de llegada, hay una de partida.
Detrás de cada logro, hay un desafío.
Mientras estés vivo, sentite vivo.
Si extrañas lo que hacías, volvé a hacerlo.
No vivas de fotos amarillas.
Seguí aunque todos esperen que abandones.
No dejes que se oxide el hierro que hay en vos.
Hace que en vez de lastima, te tengan respeto.
Cuando por los años, no puedas correr, trota.
Cuando no puedas trotar, camina.
Cuando no puedas caminar, usa un bastón.
Pero nunca, nunca, te detengas. NUNCA.

Sonríe a la vida y enfréntala con esperanza, con alegría y con la fuerte convicción que eres la persona más importante que hay en el mundo para tí.

lunes, 21 de julio de 2014

CONFIA... Y SUELTA LA CUERDA!!!!!

Cuentan que un alpinista, desesperado por conquistar una altísima montaña, inició su travesía después de años de preparación, pero quería la gloria solo para él, por lo tanto subió sin compañeros.

Empezó a subir y se le fue haciendo tarde, y más tarde, y no se preparó para acampar, sino que decidió seguir subiendo, y oscureció.

La noche cayó con gran pesadez en la altura de la montaña, ya no se podía ver absolutamente nada. Todo era negro, cero visibilidad, la luna y las estrellas estaban cubiertas por las nubes.

Subiendo por un acantilado, a solo unos pocos metros de la cima, se resbaló y se desplomó por el aire, cayendo a velocidad vertiginosa. El alpinista solo podía ver veloces manchas oscuras y la terrible sensación de ser succionado por la gravedad.

Seguía cayendo... y en esos angustiantes momentos, le pasaron por su mente todos los episodios gratos y no tan gratos de su vida.

Pensaba en la cercanía de la muerte, sin embargo, de repente, sintió el fortísimo tirón de la larga soga que lo amarraba de la cintura a las estacas clavadas en la roca de la montaña.

En ese momento de quietud, suspendido en el aire, no le quedó más que gritar: AYÚDAME DIOS MIO¡¡¡

De repente, una voz grave y profunda de los cielos le contestó:
-¿QUE QUIERES QUE HAGA?
- Sálvame Dios mío

- ¿REALMENTE CREES QUE YO TE PUEDA SALVAR?
- Por supuesto Señor

- ENTONCES CORTA LA CUERDA QUE TE SOSTIENE...
Hubo un momento de silencio; el hombre se aferró más aún
a la cuerda.

Cuenta el equipo de rescate, que al otro día encontraron a un alpinista colgando muerto, congelado, agarradas sus manos fuertemente a la cuerda... A TAN SOLO DOS METROS DEL
SUELO...

¿Y nosotros que tan aferrados estamos a nuestra cuerda? … ¿Nos soltaríamos?

viernes, 18 de julio de 2014

EL BARQUITO DE MADERA

Una vez, un niño se hizo un barquito de madera y salió aprobarlo en el lago. Sin darse cuenta el botecito impulsado por un es ligero viento fue más allá de su alcance.
Apenado, corrió a pedir ayuda a un muchacho mayor que se hallaba cerca, para que lo ayudara en su apuro. Sin decir nada el muchacho empezó a juntar piedras y a arrojarlas… al parecer en contra del barquito.
El pequeño pensó que nunca tendría su barco otra vez y que el muchacho se estaba burlando de él. Sin embargo luego se dio cuenta de que en vez de tocar al barco, cada piedra y un poco más allá de éste y originaba una pequeña hola que hace retroceder el barquito hasta la orilla.
Cada piedra estaba calculada, y por último el juguete fue traído al alcance del niño pequeño, que quedó contento y agradecido con la posesión de su pequeño tesoro.
Cuantas veces nos suceden cosas que nos producen bajón!!!... parece que nos hundimos, que desaparecemos, nos quedamos sin fuerzas perdemos la confianza. Cada obstáculo es como una piedra arrojada sobre las aguas que nos acerca a la meta. Está en el emprendedor en mantenerse firme, tener una actitud positiva, perseverar… y demostrar y demostrarnos a nosotros mismos la Pasión y la Fe que tenemos en lo que hacemos. Si perseveramos nos iremos acercando a los objetivos.

La consigna es no perder la fuerza, insistir, persistir y resistir… recordá siempre que aún falta lo mejor!!!

miércoles, 16 de julio de 2014

LA LEYENDA DEL PICAFLOR

Los guaraníes fueron un pueblo amante de la naturaleza, que explicó con hermosas leyendas todo los que sus mentes no alcanzaban comprender.  Esto sucedió con casi todos los pueblos que habitaban nuestro territorio.  Por eso poseemos un riquísimo folklore.  El origen de la vida, el movimiento de los astros, el misterio de la muerte…


El colibrí o picaflor, al que los guaraníes llamaron Mainumbí, es un pájaro diminuto de refulgente belleza, que se alimenta con el néctar de las flores.  Pero para los guaraníes, el picaflor era el simbólico mensajero entre los dioses y los hombres. 

¿De qué manera cumplía su maravillosa misión?  Al llegar la muerte los hombres abandonan su cuerpo en la Tierra, pero el alma que anida en ellos vuelve a ocultarse en una flor.  Mainumbí, al liberar el néctar con su largo pico, halla en la flor el alma del que acaba de morir. 

Con un ágil aleteo llega hasta el Paraíso, y allí deja el espíritu, que encuentra gracias a él, su morada eterna.

EL COMBUSTIBLE


-Maestro, ¿Qué es la fe?

El maestro lo pidió al discípulo que encendiese una hoguera. Se sentaron los dos frente a ella, contemplando el fuego.

-He aquí la fe –dijo dijo el maestro-. La leña de la hoguera. El combustible que mantiene encendida la llama de Dios en nuestro corazón.

-Pero a leña necesita de una chispa para transformarse en luz.

-Existen varias chispas. La mas común se llama Voluntad. Basta con querer tener fe, para que esta se aparezca en nuestro camino.

-¿Incluso si nos pasmos la vida entera sin creer en nada?

-Siempre creemos, aun sin reconocerlo o aceptarlo, y por eso están fácil despertar la chispa. Además, cuanto más vivimos, mas cerca estamos de Dios. La leña vieja arde siempre con mas facilidad.

martes, 15 de julio de 2014

-¿QUIEN DESEA IR AL CIELO?-


Un cura, que en todos  los placeres de la vida veía al diablo, fue al bar de la ciudad para pedir a los parroquianos que fueran a la iglesia aquella tarde.
Así lo hicieron todos: Con la iglesia repleta, el padre bramo:
-¡Acabad con tanta bebida! ¡Que levante la mano derecha todo aquel que desea ir al cielo!
La iglesia entera levanto la mano, excepto Manuel, a quien se consideraba un hombre digno y cumplidor de sus deberes.
Sorprendido, el padre pregunto:
-Y tú, Manuel, ¿no quieres ir al cielo cuando mueras?

-Claro que quiero. Pero todavía no he probado la vida que Dios me ha dado, ¡y usted quiere que vaya al cielo ya!.

LOS DOS DIOSES

Existen dos dioses.
El dios que nos enseñaron nuestros profesores, y el Dios que nos enseña.
El dios que nos habla la gente, y el Dios que habla con nosotros.
El dios que aprendemos a temer, y el Dios que nos habla de misericordia.
El dios que esta en las alturas, y el Dios que participa de nuestra vida diaria.
El dios que nos hace pagar, y el Dios que perdona nuestras deudas.
El dios que nos amenaza con los castigos del infierno, y el Dios que nos enseña el mejor camino.
Existen dos dioses.

Un  dios que nos aparta por nuestras culpas, y un Dios que llama con Su amor.